El ex “goleador en serie” de la Eredivisie holandesa, máximo realizador de la selección Oranje en la fase de clasificación para la Copa Mundial de la FIFA 2010, sigue persiguiendo el reconocimiento a escala internacional. El actual delantero del Milan (cuyo paso por el Real Madrid constituyó un fracaso) aún espera su cuarto de hora de gloria warholiano en una gran competición.
Klaas Jan Huntelaar, titular indiscutible y principal arma en ataque de una selección a la búsqueda de unas alegrías ofensivas más equilibradas, aguarda con impaciencia este certamen africano para justificar por fin al máximo nivel internacional su buena reputación en Europa.
Klaas Jan, sonriente, afable, educado y siempre disponible para los aficionados y la prensa, posee todas las cualidades intrínsecas del yerno ideal. Ídolo del Amsterdam Arena durante tres años y medio y objeto de deseo de las damas de la ciudad, el goleador con cara de crío fue elevado a la categoría de figura en la escuela del Ajax, a pesar de formarse en el rival irreconciliable, el PSV Eindhoven. En el Philips Stadion, el de Drempt no consiguió hacerse un sitio en ningún momento, un fracaso del que guarda un recuerdo un tanto amargo, como nos reconoció hace dos años en una entrevista intimista. Tras ser cedido por el PSV al De Graafschap (su primer club de formación), fue en el SC Heerenveen donde se reveló en 2005, antes de explotar en el Ajax y confirmar allí las facultades exhibidas cuando se proclamó máximo goleador de la segunda división holandesa (durante su cesión al AGOVV en el curso 2003/04).
"En mi opinión, meter entre 25 y 30 goles en esta liga equivale a una buena temporada, pero no tiene nada de excepcional. Si superas la barrera de los 35, entonces sí es una campaña extraordinaria”, nos comentaba Huntelaar en 2007, consciente de los espacios que presenta la Eredivisie, donde cada temporada algún goleador supera alegremente el umbral de las 25 dianas. Sus estadísticas con el Ajax son sencillamente surrealistas: 76 tantos en 92 encuentros. Klaas Jan fue el artillero más regular de la última década en la primera división neerlandesa. Observado muy de cerca por el Manchester United y el Arsenal, el romperredes tomó finalmente su vuelo al extranjero en dirección a España, para fichar por el Real Madrid.
Fue una elección sorprendente para alguien que nos declaró estar aguardando la oportunidad ideal para exportar su talento. Huntelaar llegó a un equipo sin unas bases claras en su juego por entonces y con mucha presión sobre sus espaldas, de ahí que el joven atacante decepcionara en Madrid pese a meter 8 goles en 20 partidos. Incapaz de encontrar su sitio en el vestuario y en los campos de la liga española, falló en su primer intento de saltar a la máxima competición.
La segunda tentativa fue en tierras lombardas, en las filas de otro club histórico. Con el AC Milan, Huntelaar está jugando más que en el conjunto merengue, pero sin reencontrarse en ningún momento con su eficacia del Ajax. Pese a recibir la llamada del VfB Stuttgart, el ariete holandés ha decidido quedarse en la liga italiana, para demostrar que también puede hacer buenos números en un grande y lejos de su tierra.
Convocado para debutar con la selección en 2006, Huntelaar se anotó un par de tantos en su estreno, en un 0-4 a la República de Irlanda en Dublín. Durante dos años, antes de dar el salto a la absoluta, ya se había hartado a meter goles con la sub-21. De hecho, fue el realizador más prolífico en el Campeonato Europeo Sub-21 de 2006, el mismo año en el que obtuvo su primera corona de máximo goleador en la liga holandesa.